Martes 30 de diciembre de 2008
La agroindustria exportadora brindará mañana a la noche por un rápido
acceso de amnesia. El conflicto del campo primero, y la crisis global
después, terminó con una "primavera" de precios y demandas de otro
planeta. Industriales y transportistas vinculados a los productos del
campo, enfrentan, a partir de 2009, un examen muy riguroso que
funcionará de tamiz: el que más fino hile en eficiencia, pasará de
largo.
Pablo Ferrés, presidente de la Cámara de Puertos Privados Comerciales
(CPPC, bajo cuyo paraguas se encuentran terminales privadas como las de
las cerealeras y aceiteras en Rosario) indicó que la reciente baja de
los fletes fue lo más positivo de 2008. Pero lo calificó como "lo bueno
dentro de lo malo". "2008 no fue un año para alegrarse. Con el conflicto
entre el Gobierno y el Campo hubo problemas para la llegada de las
cargas a los puertos y fábricas, y también bloqueos varios".
Para el olvido, figuran las medidas que alteraron las condiciones de
exportación, la caída de los mercados en setiembre, los menores
volúmenes comercializados, y la seca.
En el plano de lo urgente, Ferrés subrayó la necesidad de que se termine
la renegociación del contrato entre el Estado y el concesionario para
que se siga profundizando la vía navegable, y se mejore la hidrovía de
Santa Fe al Norte, tanto como los accesos a los puertos. Deseable
también es que se tomen medidas que contemplen la actual situación del
sector agro, y alienten el aumento de la producción, con políticas que
permitan retomar el crecimiento, para superar los 110 millones de
toneladas de cosecha.
A propósito de la hidrovía y los accesos a los puertos de Rosario,
Alfredo Sesé, secretario técnico de la Comisión de Transporte e
Infraestructura de la Bolsa de Comercio de Rosario, lamentó que no se
hayan registrado "avances significativos".
"El Plan Circunvalar Rosario, que si bien ha sido incluido en los
programas que el Banco Mundial está dispuesto a financiar, muestra un
grado de avance virtualmente nulo, salvo algunas obras denominadas de
corto plazo en materia vial y otras ferroviarias. Otro ejemplo es el de
la Autopista Rosario-Córdoba, que si bien continúa en construcción aún
resta un plazo estimado mayor a un año para su conclusión definitiva",
explicó.
La Bolsa de Comercio rosarina dio un paso trascendente en materia de
transporte e infraestructura, al constituir el Comité de Usuarios de la
Hidrovía, para darle el impulso necesario, desde el sector privado, al
sistema fluvial.
Los tareas al tope de la agenda 2009, para la Bolsa, son la eliminación
de las regulaciones que afectan el normal desenvolvimiento del comercio
exterior y el transporte de cargas, y la concreción de obras vitales
para el transporte como el Circunvalar y la reactivación del Belgrano
Cargas.
Biocombustibles
Claudio Molina, director ejecutivo de la Asociación Argentina de
Biocombustibles e Hidrógeno celebró los anuncios de inversión y la
inauguración de varias plantas de biodiésel de última tecnología en la
Argentina. "Posicionaron a nuestro país como un gran jugador
internacional", destacó.
Esta industria en particular, se resintió ante la reconfirmación del
subsidio de US$ 1 por galón (equivalente a US$ 300 por tonelada) para el
biodiésel producido en los Estados Unidos que se exporte. Y esto se dio
"en medio de una coyuntura de significativa caída de los precios del
complejo, situación que ha producido enormes perjuicios al comercio
internacional de este producto", agregó Molina.
Para que la industria muestre todo su potencial, precisa la eliminación
de la resolución 126/08 del Ministerio de Economía que elevó los
derechos de exportación del biodiésel al 20% ("nivel de tributos que
actualmente la industria local no puede soportar"), así como también
normas complementarias del régimen de promoción de la ley 26.093, para
el biodiésel, "de modo que pueda construirse para construir una oferta
interna que pueda atender el corte obligatorio de diésel con dicho
biocombustible, a partir de 2010", indicó Molina.
Patrick Campbell, del Grupo NYK-Multimar sostuvo que 2008 arrancó con
gran crecimiento en los volúmenes y la apertura de muchos nuevos
mercados mejorando los servicios del transporte marítimo. "Obviamente
que el golpe de la crisis económica mundial afectará al sector naviero
con la caída de cargas que harán replantear estrategias de cómo seguir
manteniendo los servicios con rentabilidad", dijo. "Igual debemos tratar
de ser realistas y objetivos, no entrar en pánico y poner el máximo
esfuerzo entre la carga y los medios de transporte para poder exportar"
porque el comercio exterior será un pilar fundamental para sostener la
economía y las fuentes de trabajo".
La nota negativa la dio, a entender de Campbell, el continuo estado de
conflictividad en el puerto, con baja productividad, trabajos a
reglamento y situaciones extremas como la prohibición de exportar
pescado del mercado de Mar del Plata. "Sinceramente me gustaría ver a
algunas autoridades con mayor dedicación a la situación de los puertos y
su competitividad con la región. Recomiendo cambiar la protesta y la
exigencia por el diálogo y la inteligencia", señaló.
Presión sindical
Javier Ramírez, directivo de APM Terminals (terminal 4 del puerto de
Buenos Aires), ponderó la incorporación de nuevos equipos en varias de
las terminales así como también "la generación de fuentes de trabajo
directas e indirectas" que, no obstante, fue opacada por "la
injustificada presión sindical, que contribuyó negativamente al comercio
exterior argentino y desalentó a las líneas marítimas de continuar
invirtiendo en más y mejores servicios para Buenos Aires".
Ramírez indicó que la Administración General de Puertos (AGP) debe
finalizar el plan maestro para el puerto, haciendo foco en cuál será el
futuro del puerto habida cuenta la creciente competencia de otros
puertos en al área.
"Es preciso acordar entre todos los actores de nuestro sector políticas
de corto plazo para enfrentar la actual crisis, y de largo plazo para
atender el crecimiento de nuestro comercio exterior como pieza
fundamental del desarrollo argentino", manifestó Javier Dulce,
presidente del Centro de Navegación.
Dulce recordó el cumplimiento de las expectativas -en contenedores,
carga general, graneles y cruceros- de 2008, frente a 2007, y fustigó la
crisis adicional que sufrió el sector por conflictos "de sectores
ajenos a nuestra actividad" que impidió que 2008 se haya aprovechado al
máximo.
Para Fernando Maggi, la Sudocean-MOL, lo bueno de 2008 fueron los
volúmenes, las tarifas y el mercado con Asia/Sudáfrica en general
ayudado por la masiva contenedorización de cargas generalmente
embarcadas a granel. Lo peor, en cambio, tuvo cara "local": la falta de
infraestructura, la congestión del puerto, los sucesivos paros ("algunos
realmente insólitos"), la inflación y las medidas para arancelarias que
afectan carga proveniente de China.
Maggi estima que en los años que vienen serán de "sufrimiento" para el mercado liner .
Otra voz del puerto, Carlos Larghi, de Bactssa (terminal 5 del puerto de
Buenos Aires) deslizó que a inicios de 2008 se observó un crecimiento
que consolidó la evolución de los dos años anteriores y aplaudió "la
recuperación de los terrenos de la zona de relleno en Puerto Nuevo para
el soporte de la actividad portuaria".
El constante conflicto productivo y gremial "incrementó en forma
sustancial los costos" y complicó la eficiencia de las distintas
actividades relacionadas a la industria portuaria. La superación de esta
conflictividad sólo resultará "del análisis en forma conjunta, con
todos los sectores involucrados, para definir y llevar a la práctica una
política portuaria moderna, ajustada a los tiempos, que considere el
sector y su necesaria competitividad basada en las mejoras ya
realizadas", solucionando todo lo que impida la llegada "de la inversión
necesaria para el desarrollo regional", analizó Larghi. Para ello,
pidió que el Estado invierta en infraestructura.
¿Y la carga?
Juan Carlos Mondello, secretario del Consejo de Cargadores, integrado
por la Cámara Argentina de Comercio y por la Unión Industrial Argentina
se mostró conforme con las acciones de la entidad en la defensa de los
intereses de los importadores y exportadores frente a toda la cadena de
logística, transporte y puertos. "Las autoridades nacionales tienen que
entender que es absolutamente necesario profesionalizar la gestión en
esta área para solucionar las necesidades de nuestro comercio exterior
en materia de transporte, puertos, logística y regulaciones
gubernamentales", expuso.
Enrique Mantilla, presidente de la Cámara de Exportadores de la
República Argentina (CERA), dijo que lo mejor de 2008 fue el primer
trimestre: "Subían los precios de las exportaciones al 31% y las
cantidades al 9%. Las restricciones burocráticas al comercio exterior no
se habían expresado en toda su intensidad", y que lo peor fue el cuarto
trimestre, con "precios y cantidades en caída y con aumento de las
restricciones burocráticas", también el presupuesto nacional, que estima
para 2009 "exportaciones por US$ 78.332 millones y un dólar a $
3,19"...
Mantilla aclaró que, justamente, hay reconocer que de casi US$ 72.000
millones de exportaciones de este año se pasará a un escenario básico de
US$ 65.000 millones en 2009, pero con escenario pesimista de US$ 58.000
millones.
"En un ciclo de la economía mundial de estancamiento con deflación en el
comercio internacional -siguió Mantilla- los negocios de exportación
pasan de las manos financieramente débiles a las financieramente fuertes
y se reducen los clientes. Por eso lo urgente es fortalecer la
estructura financiera del sector exportador".
Mantilla presentó propuestas: acelerar la devolución del IVA y los
reintegros de exportaciones; tener una estrategia realista sobre el tipo
de cambio real; revisar el modelo de derechos de exportación para
adecuarlo a las realidades competitivas actuales; adoptar el modelo de
Brasil de control de las divisas de exportación por registro, para
facilitar la gestión de las empresas; que las provincias -donde se
aplica- explican a las exportaciones del impuesto a los ingresos brutos,
incidencia que actúa como un derecho de exportación local; crear un
instrumento como los DAX (documentos de aceptación exportadora) para
movilizar el ahorro/atesoramiento en dólares y volcarlos al proceso
exportador; desburocratizar y agilizar los sistemas de registros,
intervenciones previas y regímenes para exportar, y eliminar
completamente el impuesto a las transacciones financieras del proceso
exportador, como hizo Brasil.
Diego Pérez Santisteban, directivo de la Cámara de Importadores de la
República Argentina (CIRA) concedió también que lo mejor de 2008 se vio
en la primera mitad.
"La continuidad del espectacular desarrollo de la demanda interna de
años anteriores, sectores industriales locales trabajando al tope de su
capacidad y reglas de juego sin grandes cambios (aún, lamentablemente,
con las restricciones previas que han seguido impactando a algunos
sectores importadores), fueron factores que permitieron programar el
abastecimiento con tranquilidad y anticipación, y atender mercados
compradores muy receptivos", puntualizó.
La segunda mitad de 2008, "por la creciente influencia negativa de la
crisis internacional sobre la demanda local, que comenzó a generar caída
de ventas y acumulación progresiva de stocks, reaparición de demandas
de políticas proteccionistas con nuevas trabas y complejidades
regulatorias, que ponen inestabilidad e incertidumbre sobre el devenir
de reglas de juego en el corto y mediano plazo" fue responsable de
opacar la primera mitad del año.
La urgencia de los importadores tiene algo de conceptual: que se
comprenda su aporte "imprescindible e irreemplazable" en el impulso de
la producción local de bienes y servicios, y su "benéfico efecto
regulatorio" sobre la oferta de bienes terminados en calidad, variedad y
precio "para mejorar la calidad de vida de los consumidores
argentinos".
A partir de esto, "evitando caer en posturas ideológicas que deriven en
reservas de mercado inconducentes o nos aíslen del mundo, se debería
dotar a la actividad de reglas de juego previsibles, estables y
adecuadas a las complejas condiciones que deberemos enfrentar en el
mercado internacional (limitaciones de oferta de insumos básicos,
variaciones bruscas de precios relativos, serias dificultades de acceso
al crédito)". Para Pérez Santisteban, debe usarse el poder de compra con
que cuenta el país como "efecto palanca para impulsar el desarrollo
productivo y exportador propio".
2008 empezó bien y terminó mal. No pocos esperan que en 2009 se cumpla
con la ley de los opuestos: que empiece mal, y termine bien. O mejor.
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