CANNES.- Estaba en un ámbito distendido e íntimo, ante unos 30 empresarios. Todavía no se había cruzado con el resto de los presidentes. Minutos antes de que comenzara la cumbre del G-20, golpeada de lleno por la crisis europea, Cristina Kirchner propuso volver a un "capitalismo en serio".
"Esto que estamos viviendo, señores, no es capitalismo. Esto es un anarcocapitalismo financiero total, donde nadie controla a nadie", afirmó la Presidenta, para reclamar que se aumenten las regulaciones al sistema financiero internacional.
Así, la jefa del Estado se plantó en contra del ajuste, la palabra maldita para el kirchnerismo, y chocó con la posición de los principales líderes europeos en medio de la crisis que golpea a Grecia y a Italia, que ayer acaparó, con nerviosas reuniones , las deliberaciones de la cumbre.
Más allá del contexto internacional, el discurso de Cristina Kirchner se dio también en momentos en que el gobierno argentino comenzó a cuidar las cuentas públicas con el recorte de parte de los millonarios subsidios a los servicios públicos y el anuncio de la transferencia de la administración de los subterráneos al gobierno de Mauricio Macri, lo que le evitará a la Casa Rosada pagar el costo político de actualizar las tarifas.
Cristina Kirchner pidió que sus palabras se hicieran públicas, pese a que las había pronunciado en un encuentro privado paralelo a la cumbre presidencial del G-20, el foro empresarial desarrollado en el hotel Martinez, frente al Mediterráneo, que ayer mostró su imagen más gris por la constante lluvia.
Sus definiciones económicas se dieron, además, en la antesala de la reunión que esta tarde tendrá con el presidente de los EE.UU., Barack Obama, a quien buscará conquistar con promesas de cumplimiento de sus compromisos internacionales. El primer mandatario norteamericano tuvo ayer un gesto que en el Gobierno interpretaron como una señal positiva: la felicitó por la reelección delante de otros presidentes.
En sus intervenciones del primer día de deliberaciones en el Palais des Festivals englobaron críticas a las grandes potencias por la forma en que encaran la situación económica mundial.
"Siempre piensan en tomar decisiones para calmar a los mercados, pero ahora la que está impaciente es la gente. Lo que hay que hacer es darle seguridad volcando recursos, generando trabajo y dándole oportunidades de aumentar el consumo y la demanda", señaló, según el relato que hizo el canciller Héctor Timerman a la prensa argentina que sigue la cumbre.
La Presidenta abundó en críticas a los líderes europeos que también participan de la cumbre, como la alemana Angela Merkel y el francés Nicolás Sarkozy, que apuestan a recortar gastos para resolver la crisis de la deuda que azota a Grecia. "Si nosotros hacemos planes de ajuste, entonces que alguien me diga cómo vamos a hacer para que vuelva a crecer la economía si no hay consumo", se preguntó Cristina Kirchner.
Según la comitiva argentina, ninguno de los mandatarios europeos le respondió durante las deliberaciones.
Esa receta trajo aquí, y es la misma que intenta impulsar en el país desde que decidió controlar la salida de dólares y reducir los subsidios. "Es necesario que la gente consuma y que ustedes, los empresarios, produzcan y vendan cada vez más. Este es el tema, esto es lo que está fallando acá", planteó, con insistencia.
Mostró así que se seguirá apoyando el consumo para el próximo mandato, aunque con acuerdos salariales más moderados, como dejaron trascender desde la Casa Rosada tras el triunfo electoral de la Presidenta. Y claro, con la reducción del gasto público sin que impacte demasiado en las clases más bajas.
Condiciones
Anoche, incluso, durante la cena de los 20 jefes de gobierno, Cristina condicionó su apoyo a la propuesta de Sarkozy de impulsar un impuesto a las transacciones financieras a que se eliminen los paraísos fiscales. La fuga de capitales, que llevó a la Presidenta a controlar de manera estricta la compra de dólares, se convirtió en una de sus mayores preocupaciones.
Además, rechazó de plano impulsar una regulación en el mercado de las materias primas. Por retenciones, el sector granario constituye uno de los principales ingresos del Estado.
"Enfocar el tema en la regulación del mercado de alimentos es una visión absolutamente parcializada", le respondió al ministro de Agricultura francés, Bruno Le Maire, que había propuesto esa medida ante la Presidenta en el foro de empresarios.
"El verdadero problema es la falta de regulación de los mercados financieros en el mundo. No las commodities ", aclaró.
Cristina Kirchner estrenó su primer viaje al exterior tras la reelección con una fuerte crítica a los líderes europeos. Y aunque apeló a algunas metáforas para suavizar un poco su queja, se despachó con cuestionamientos a los mandamases de esta ciudad, donde se define, en horas cruciales, la economía mundial.
"Uno ha probado ya durante tres años determinadas medicinas y con determinados médicos y el enfermo se agrava cada vez más, ¿no será que habrá que cambiar de médico y de medicina e intentar otro tratamiento?", sugirió..