Aumentan la luz, el gas y el agua para bancos y empresas


El Gobierno dio ayer un pequeño primer paso en un sendero que, si se cumple lo anunciado, podría cambiar drásticamente una de las columnas de la política económica de los últimos años: decidió excluir a seis sectores económicos de alta rentabilidad de los subsidios estatales al consumo de gas, electricidad y agua.
Así lo anunciaron ayer, en una conferencia de prensa que sorprendió incluso a las empresas de servicios públicos, los ministros Amado Boudou (Economía) y Julio De Vido (Planificación). Bancos, financieras y compañías de seguros; juegos de azar, petroleras y mineras; aeropuertos y terminales portuarias, y empresas de telefonía celular empezarán hoy a pagar el ciento por ciento de las tarifas, iniciativa a la que, más adelante, según anticiparon los funcionarios, se sumarán otros sectores, incluidos los domiciliarios de alto poder adquisitivo.
La multiplicidad de los niveles de consumo a que pertenece cada uno de los grandes usuarios involucrados impedía ayer calcular la magnitud promedio del impacto que tendrán las nuevas facturas. Acaso un alivio para una administración que se desvive, desde 2003, por el tratamiento del asunto en los diarios. De Vido lo reconoció con sinceridad fulminante: "Previendo las tapas de mañana, en ningún momento se utilizó la palabra tarifas, estamos hablando de subsidios. Las tarifas son las que están", dijo, y por un momento la conferencia de prensa se volvió acto partidario: hubo aplausos y carcajadas.
No se cambian, en efecto, las tarifas. Lo que hará el Gobierno es dejar de subsidiar esos consumos . Ninguna distribuidora recibirá entonces un centavo: los gastos en importación de gas y combustibles líquidos para la generación de electricidad -las razones del déficit energético- serán afrontados en una pequeña parte por los usuarios.
Aun así, la medida, que será publicada hoy en el Boletín Oficial como resolución conjunta y que incluirá el traspaso del subterráneo a la Capital Federal (ver Pág. 10), fue juzgada ayer como un buen comienzo para un sector que espera, en algunos casos desde hace 11 años, modificaciones regulatorias para sus ingresos. Una frase autorreferencial de Boudou bastó para desencadenar esa euforia y levantar las acciones energéticas en la Bolsa. "Aquellos que vivimos en Puerto Madero o en algún country estamos en una situación de capacidad contributiva distinta de otros sectores de la población", dijo, sentado a la derecha de De Vido, uno de los vecinos más célebres del club de campo Puerto Panal, en Zárate.
Según el ministro de Planificación, este primer escalón le permitirá al Estado ahorrar unos 600 millones de pesos por año. Es decir, un 0,8% de lo que la Argentina prevé gastar el año próximo en subsidios totales, incluido el transporte: 75.273 millones de pesos, de acuerdo con cálculos del presupuesto 2012 de la consultora ASAP. Un monto que tentará seguramente la imaginación de los partidarios de la profundización del modelo porque podría, por ejemplo, ampliar seis veces la Asignación por Hijo o darles gratis obra social a todos los trabajadores en negro que tiene el país.

"Cosas por mejorar"

Boudou definió la decisión como "el inicio de una nueva etapa de personalización de subsidios. Nadie puede recibir un subsidio que no necesita". Y la encuadró dentro de declaraciones recientes de la Presidenta en la campaña electoral, cuando Cristina Kirchner afirmó, dijo el funcionario, que "había cosas por mejorar". El ministro de Economía coincidió también con De Vido en que no existían motivos para que los afectados trasladaran a sus precios el mayor costo de sus facturas de servicios, porque se trataba de sectores desregulados y de alta rentabilidad.
A diferencia de otros anuncios similares -en enero de 2008, el mismo gobierno prometió ahorrar otros $ 600 millones tras subir un 20% los boletos de trenes, subterráneos y colectivos- ambos funcionarios parecieron esta vez anticipar la ampliación de la aplicación de la idea. Boudou insinuó, por ejemplo, posibles medidas similares para viajeros urbanos y consumidores residenciales de servicios públicos. "Contamos con herramientas nuevas como el SUBE [Sistema Unico de Boleto Electrónico] y las bases de datos de los entes reguladores", dijo.
De eso se encargará la comisión que, a estos efectos, creará la resolución publicada hoy. Sus miembros, el subsecretario de Coordinación de Control de Gestión del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, y el secretario de Presupuesto de la cartera económica, Raúl Rigo, se reunirán periódicamente para analizar qué otros sectores se excluyen de los subsidios.
Ya De Vido fue preparando el relato al advertir ayer, por fin, lo negativo que significaría tratar a todos por igual, ricos y pobres: "La mayor injusticia en esta etapa del proceso, aunque no de lo que ocurrió entre 2003 y 2008, es la generalización. Estamos en la etapa de la personalización".
CLAVES
  • Sin subsidios El Gobierno resolvió eliminar el 100% de los subsidios al consumo de electricidad, gas y agua de bancos, financieras, empresas de seguros, de telefonía celular, de juegos de azar, de hidrocarburos y mineras y aeropuertos y puertos fluviales.
  • Ahorro fiscal El Estado nacional gastará $ 600 millones menos, que serían destinados a otros fines.
  • Subtes El gobierno nacional negociará el traspaso del servicio a su par de la Ciudad, pero no aclaró si transferirá o no el dinero para subsidiarlo, unos $ 700 millones al año.
  • Revisión integral La comisión que se crea estudiará toda la estructura de subsidios y avanzaría con la reducción o eliminación de los mismos a otros sectores económicos y a clientes residenciales, según el poder adquisitivo