LOS 10 PAÍSES MÁS POBRES DEL MUNDO

En algunas regiones, siete de cada diez personas viven con menos de dos dólares al día.

Al comenzar el 2012 más de la mitad de la población de las 10 naciones más pobres del mundo, no dispone de recursos suficientes para tener un nivel de vida digno, y en algunas regiones, siete de cada diez habitantes viven con menos de dos dólares al día.

Una forma objetiva que permite medir, cuando menos para comparar, la calidad de vida y desarrollo de los países es el Índice de Desarrollo Humano (IDH), indicador que utiliza el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que es calculado tomando en cuenta tres aspectos principales: longevidad, conocimientos y acceso a recursos.

Estas son las naciones más pobres del planeta:

Zambia con algo más de 13 millones de
habitantes se ha convertido en el país
más pobre del planeta.
1) Zambia
La población que vive en la pobreza es del 86%. Es el país más pobre del mundo. Su economía depende del cobre, del cual es uno de los principales productores mundiales. En cuanto a su industria, destaca la rama de tratamiento de minerales, la producción de cemento e industrias derivadas de la agricultura. Su pobreza extrema lo ha convertido en el país más pobre del mundo.

2) Franja de Gaza
La población que vive en la pobreza es del 81%. En consecuencia al bloqueo israelí que sufre la Franja, el incremento de desempleo y pobreza es evidente, por ello depende económicamente de la ayuda humanitaria de la ONU. La población vive de la agricultura, la manufactura y la construcción. Las mujeres de Gaza trabajan por lo general en las labores del hogar o en las industrias locales de artesanía.

3) Zimbabwe
La población que vive en la pobreza es del 80%. Sus principales problemas radican en la falta de divisas, la hiperinflación y la escasez de provisiones y artículos. En marzo de 2008, la inflación alcanzó el 100%, entonces la población optó por comprar los productos más básicos en los países vecinos.

4) Chad
La población que vive en la pobreza es del 80%. A pesar de sus abundantes yacimientos petroleros, este país entra en la lista de los más pobres del mundo. Los beneficios del petróleo son utilizados para la compra de armas. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados, advirtió que podría presentarse un genocidio como el ocurrido en Darfur.

Moldavia le ha ganado a
Albania en ser el país más
pobre de Europa.
5) Moldavia
La población que vive en la pobreza es del 80%. El país surgió de las antiguas repúblicas que formaron la Unión Soviética. Tras su independencia, sufrió de un retroceso en su economía. La agricultura es el principal motor económico. Es considerado el país más pobre de Europa. “La situación en Moldavia puede calificarse de catástrofe demográfica”, afirma Larysa Byrka, presidenta de la Cruz Roja de Moldova. “La migración ha afectado a todas las familias y sufrimos la fuga de cerebros y de jóvenes que conlleva”.

6) Haití
El 47% de los haitianos padece de
desnutrición crónica.


La población que vive en la pobreza es del 80%. Posee la renta per cápita más baja del planeta, por ello se considera el país más pobre de América. La isla recibe anualmente una cooperación humanitaria de los países desarrollados. Dependen principalmente de la agricultura. El 47 % de los haitianos sufre de desnutrición crónica y de los que sobreviven, un 60 % muere de VIH-SIDA, siendo ésta la tasa más alta en el Caribe, según la Organización Mundial de la Salud.

7) Liberia
La población que vive en la pobreza es del 80%. La guerra civil destruyó en gran medida la infraestructura económica del país. Hasta antes de 1990, la economía se basaba en la exportación de hierro y de caucho. A principios del siglo XXI, la tasa de desempleo era del 85% de la población.

8) Guatemala
La población que vive en la pobreza es del 75%. De acuerdo a estimaciones de las Naciones Unidas para el Desarrollo, alrededor de 850 mil guatemaltecos podrían caer en la pobreza, próximamente, y más de 700 mil, alcanzarían la pobreza extrema. Es el país más pobre de Centroamérica.

La ex colonia holandesa es el país
más pobre de Sudamérica.
9) Surinam
La población que vive en la pobreza es del 70%. La economía de este país está basada en la producción de aluminio, que representa el 15% del PIB. Sus problemas económicos radican en la dependencia del comercio exterior del aluminio y el petróleo, los cuales han sufrido cambios de precios en el mercado internacional. Es el país más pobre de Sudamérica.

10) Angola
La población que vive en la pobreza es del 70%. Su desorden económico se debe en gran medida a la guerra continua del país, a pesar de la abundancia de sus recursos naturales. Se estima que 7 de cada 10 habitantes sobrevive con menos de dos dólares diarios.

YPF (Yerba, Por Favor)

04-05-12

Tomas Bulat Economista. Periodista 

 En estos días los argentinos estamos discutiendo sobre dos temas que el ingenio popular logró simplificar en uno (YPF -Yerba Por Favor). Y de esto trata esta nota, que los problemas energéticos que originaron la decisión del gobierno de expropiar YPF fueron consecuencia (entre otras cosas) del deterioro de la macroeconomía. A la vez que la falta de yerba no se debe a una escasez del producto, sino a la existencia de trabas en la microeconomía, generadas por la intervención en la cadena de comercialización, por la creciente cantidad de controles que perjudican el normal funcionamiento de un producto excedente, totalmente nacional y... popular.

YPF: La macro se deteriora

Los problemas macroeconómicos se vienen generando desde hace algún tiempo. Lo que antes sobraba, hoy falta. Vamos a hacer una pequeña lista de lo que se ha ido quedando en el camino.

- El superávit fiscal ya no existe. A pesar de que la presión tributaria es la más alta de la historia argentina, los gastos son tan elevados y tienen una dinámica tan alta, que el déficit fiscal es hoy un dato duro.

- Ya no contamos con superávit energético. No solo que se tiene un déficit significativo, sino que las reservas han caído. Es decir, Argentina hoy tiene menos energía en stock y en flujo. Algo que va a tardar mucho tiempo en revertirse.

- El tipo de cambio ya no resulta competitivo. Buenos Aires ya es una de las ciudades más caras de América del Sur (todavía nos gana San Pablo, pero cada vez nos acercamos más). Es que la inflación supera largamente a la devaluación del peso.

- Ya no hay reservas de libre disponibilidad en el BCRA. La emisión superando el 30% anual y las reservas apenas creciendo nos han dejado sin excedentes.

- El nivel de liquidez en el sistema financiero argentino resulta muy bajo. Y la existente se debe a que en los últimos meses se ha producido una importante caída en la demanda de préstamos. Por lo tanto, tal como puede apreciarse, la Macroeconomía muestra síntomas de deterioro. Para recuperarse debería ingresar en una nueva etapa tendiente a recomponer stocks, lo cual requiere de otras políticas que las seguidas por el gobierno hasta ahora.

Yerba Por Favor, la micro trabada

Existe, sin embargo, una nueva y adicional preocupación, la que viene generada por la Microeconomía. Cualquier (y diría que todo) sector económico mantiene hoy serios inconvenientes para producir, invertir o distribuir. Cada vez más se suspenden producciones por falta de insumos o se cortan por falta de energía. Los precios en las diferentes etapas de la cadena de valor están cada vez más distorsionados. Las restricciones a las importaciones, la dificultad para adquirir divisas y las forzadas sustituciones de importaciones solo traen más trabas y agregan mayores costos a la producción.

- Inversiones. Paradójicamente uno de los rubros que más ha caído en estos meses en las importaciones han sido los bienes de capital (29% en cantidad en marzo). Muchas empresas han suspendido o retrasado inversiones, porque no queda claro si les van a dejar entrar las máquinas o si después les van a dejar pagar a los proveedores externos. El caso más paradojal es la inversión de una fábrica de reciclado de PET y la elaboración de envases ecológicamente mas amigables, suspendidos por la presión a volver a utilizar envases de vidrio y generando incertidumbre en el sector de gaseosas y aguas por no saber cómo será la futura expansión.

- Turismo. No solo ya el retraso cambiario está afectando la cantidad de turistas que ingresan al país (rezando para que EE.UU. no le otorgue el visa waiver a Brasil). Sino que también se están produciendo cambios en los hoteles 5 estrellas porque les comienzan a faltar productos que deben tener para mantener el estándar internacional. Por lo tanto su calidad va lentamente disminuyendo. Pero más preocupante aún es el tema de los feriados en los hoteles de CABA. La cantidad de feriados hace que mucho del turismo empresarial no venga esos días, pero no se reemplaza por turismo familiar, por lo que están esos días prácticamente vacíos. Además se trata de jornadas con mayores costos debido a los salarios a abonar. Es decir, el peor de los mundos: menos ingresos y más costos.

- Insumos. Prácticamente no hay día que alguna empresa no suspenda su actividad por la falta de algún insumo. SI bien el Secretario Moreno dijo que no iba a ser “tan estúpido” de trabar importaciones que perjudiquen la producción, lo real es que las trabas burocráticas son tantas que finalmente es eso lo que ocurre. Para evitarlo, o disminuir su impacto, muchas empresas implementan variadas estrategias. La primera es tratar de incrementar los stocks de insumos importados; la segunda es buscar reemplazos locales; y la tercera es eliminar de los productos bienes importados. Cualquiera de estas tres opciones tiene como consecuencia mayores costos o productos de peor calidad.

- Precios. Finalmente la lógica de qué precios cobra cada parte de la cadena está originando trabas entre los involucrados en la cadena. El faltante de yerba es un problema de conflicto de precios dentro de ella, en la que obviamente algunos dicen que hay especuladores operando. Hasta se dice que existen acumulados 100 millones de kilos, algo totalmente irrisorio. Pero esto que pasa en la yerba mate, pasa a menor escala en todas las cadenas de valor, donde hay menos variedad y mayor dispersión de precios.

Tiempo de reflexión
La macro se deteriora y la micro se traba, y entre ellas se retroalimentan. Los buenos datos económicos de nuestros vecinos nos deberían llamar a la reflexión de que hay reglas innecesarias que están perjudicando a la economía. Cada vez más trabas o tratar a la economía por “las buenas o por las malas” solo lleva a que los problemas se agranden y no a que se resuelvan.




Superávit fiscal:

Se da cuando todos los impuestos y demás ingresos fiscales son superiores al gasto público.


Déficit  energético: 
En una crisis energética encontramos escasez (o una subida de precio) en el suministro de fuentes energéticas. 

Tipo o tasa de cambio:
entre dos divisas es la tasa o relación que permite lo de proporción que existe entre el valor de una y la otra. Dicha tasa es un indicador que expresa cuántas unidades de una divisa se necesitan para obtener una unidad de la otra.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA)
Es la única entidad autorizada a emitir billetes y monedas en el país. Tiene como misiones preservar el valor de la moneda y velar por la estabilidad del sistema financiero, para que la población pueda tomar adecuadamente sus decisiones de ahorro, inversión y consumo. Es además, el encargado de garantizar el buen funcionamiento del sistema de pagos, de aplicar 
la Política Monetaria y de administrar las Reservas Internacionales, que constituyen uno de los principales seguros que tienen los países para protegerse de posibles crisis económicas internacionales.
Si un país no cuenta con Reservas Internacionales, la cantidad de bienes y servicios que puede demandar del exterior, estaría limitada a la cantidad de bienes y servicios que pudiera exportar (de los que obtendría las divisas para financiar sus importaciones), a menos que reciba financiamiento desde el exterior para adquirir los bienes y servicios externos. 
Para los Bancos Centrales, también es importante mantener Reservas Internacionales para poder generar previsibilidad en cuanto a la política cambiaria. La existencia de un adecuado nivel de reservas dota a la autoridad monetaria con la capacidad suficiente para intervenir en el mercado cambiario para estabilizar el valor de su moneda y evitar así que se aleje de su nivel óptimo, en exceso. Las reservas representan por sí solas, una señal de fortaleza de la economía y disuade de posibles ataques especulativos.

Nivel de liquidez 
la liquidez representa la cualidad de los activos para ser convertidos en dinero efectivo de forma inmediata sin pérdida significativa de su valor. De tal manera que cuanto más fácil es convertir un activo en dinero más líquido se dice que es. A título de ejemplo un activo muy líquido es un depósito en un banco que su titular en cualquier momento puede acudir a su entidad y retirar el mismo o incluso también puede hacerlo a través de un cajero automático. Por el contrario un bien o activo poco líquido puede ser un inmueble en el que desde que se decide venderlo o transformarlo en dinero hasta que efectivamente se obtiene el dinero por su venta puede haber transcurrido un tiempo prolongado.
Caída en la demanda de préstamos
Ante el actual panorama turbulento, las personas no se arriesgan a contraer deudas y deciden esperar. 





Brasil se endurece y traba el ingreso de alimentos argentinos

EN REPRESALIA A LOS LIMITES A SUS PRODUCTOS IMPUESTOS POR LA ARGENTINA. [22/05/2012 | 06:37 ] -
Aplica licencias no automáticas a vinos, trigo, peras, manzanas y papas, entre otros. Una planta paralizada, la de la canadiense McCain envasadora de papas congeladas, y las pérdidas registradas por los productores de quesos y lácteos, son las primeras consecuencias visibles de las trabas que impuso el gobierno brasileño a la importación de “bienes perecederos” de la Argentina. En Brasilia decidieron responder a las barreras comerciales que desplegó nuestro país con medidas de idéntica naturaleza. Pasó a exigir permisos previos de importación para más de una decena de productos nacionales, que tienen en común el ser perecibles. La obligación que impuso Brasilia de tramitar una licencia previa, que no sale en forma automática y que puede demorar hasta 60 días en ser aprobada, recayó sobre ítems específicos : vinos, harina de trigo, peras, manzanas, papas, uvas, frutas secas y distintos tipos de quesos. Y no fue por si acaso. Para el equipo técnico del Ministerio de Desarrollo e Industria brasileño, que maneja el economista Fernando Pimentel, las “represalias” encubiertas contra esa clase de bienes, forma parte de una estrategia pensada para “convencer” al gobierno de Cristina Kirchner que las “prácticas proteccionistas” en el comercio terminan por agravar los costos y anular los beneficios . Los funcionarios brasileños llegaron a anticipar lo que hoy ya es una realidad. Parar en las fronteras camiones con papas, manzana y peras, como hicieron en la aduana de Sao Borja (la ciudad brasileña que se conecta por un puente internacional con la correntina Santo Tomé), tiene un impacto mayor que detener vehículos que llevan bienes durables (electrodomésticos, por ejemplo). “Los productos de consumo durables pueden aguantar muchos días hasta que se autorice la importación. Pero cuando lo que está en juego son alimentos, no hay margen de espera” calculan en las oficinas del ministerio que conduce el economista Pimentel. Hay más: el conjunto de productos argentinos que requieren autorizaciones previas, no concedidas automáticamente, representan ya 70% del universo de las exportaciones del país hacia el mercado brasileño. Donde esta “pulseada encubierta” se empieza a notar es en las góndolas de los supermercados del mayor centro de consumo de Brasil, la capital paulista: “El stock de productos argentinos alcanza para un mes. Las existencias ya se están agotando sin chances de reposición ” dijeron dirigentes del sector. Algo llama la atención. El 15 de este mes (hace exactamente una semana) hubo una cumbre en Brasilia entre el canciller Héctor Timerman y el ministro de Relaciones Exteriores brasileño Antonio Patriota, en una cita donde también estuvo presente el secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno. Allí acordaron resolver las diferencias en 120 días, o sea, nada más (ni nada menos) que 4 meses. Esto quiere decir que el despeje de los problemas comerciales comenzaría, como muy temprano, en septiembre próximo. Hay, claro, un interrogante sobre el aguante de los productores argentinos ante una espera tan prolongada. En el gobierno argentino celebraron el “compromiso” brasileño de resolver las divergencias comerciales en un plazo de 120 días. En ese tiempo esperan, según dijeron, desanudar trabas históricas que los brasileños imponen, por ejemplo, a los laboratorios medicinales y a los vinos argentinos. Entre tanto Brasil responde con lo que tiene a mano. Oficialmente, en el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior (MDIC) afirman que la disposición que impone trabas burocráticas a las importaciones de bienes argentinos tienen como único objetivo “monitorear” el flujo de bienes procedentes de nuestro país, una práctica consistente con las normas de la Organización Mundial del Comercio. Pero nadie se engaña. Se sabe que las barreras brasileñas son un espejo de los muros levantados por Argentina.

FUENTE: LA VOZ

Moreno cambia dólares por crecimiento




Enfáticamente, la Presidente de la Nación anunció el día jueves que el superávit comercial de los primeros 4 meses del año alcanza los 4000 millones de dólares, lo que representa casi 1000 millones más respecto al año 2011.
Esta buena noticia tiene una pequeña contra: no es el resultado de un crecimiento de las exportaciones sino de una baja importante de las importaciones.
Pero la baja en las importaciones no es gratuita, sino que ya se llevó puesto el crecimiento económico y ni hablar de la inversión.
Si además a esto le sumamos las restricciones a la compra de dólares, que se acentuó fuertemente en los últimos días, sólo logra convencer a los consumidores que todo comienza a estar peor.
¿Y qué pasa cuando la incertidumbre avanza? Sencillo. El consumo cae.
Es muy interesante ver los últimos datos del índice de confianza del consumidor que mide la Universidad Torcuato Di Tella. Muestra una fuerte caída, pero principalmente en dos aspectos: primero, la percepción sobre la situación macroeconómica, y segundo, sobre las expectativas. En resumen para la gente: estamos bien pero vamos mal.
Esta combinación de políticas ha logrado un doble efecto. Ha retraído el consumo por un lado mientras que las trabas a las importaciones han restringido la oferta.
Por supuesto que el parate económico tiene otras consecuencias. La primera es que la tasa de crecimiento de la recaudación fiscal se cae. Los últimos datos de abril (un crecimiento del 24%) son preocupantes y lo peor es que está pasando lo mismo en las provincias.
Con la situación fiscal más complicada, crecen los rumores de cuasi monedas en las provincias, de corralitos a depósitos en dólares en la Nación, etc. Rumores que hoy por hoy no tienen real asidero, pero que de no cambiar el deterioro de las cuentas fiscales, aumentará su verosimilitud.
El segundo es que la inversión ya no encuentra ningún estímulo y por lo tanto se está cayendo. Los bienes de capital importados cayeron 30% en el mes de marzo.
El corto plazo mata el largo plazo
En economía hay que tener metas, pero priorizar una afecta a las otras. Moreno dijo claramente que el objetivo era tener un superávit de 12.000 millones de dólares en el 2012.
Quizás lo logre, el problema es que se llevó puesto el crecimiento económico y con ello todo lo que viene atrás.

¿Es progresista emitir tanto?

REVISTA NOTICIAS

El Banco Central emite más pesos para recalentar la economía y no dejar de crecer. Peligros: la inflación y la falta de inversiones. (Artículo del año 2010)

Por Orlando Ferreres*



Cortocircuito. Marcó del Pont y Boudou se pelean por el ritmo de la emisión de pesos y los adelantos al Tesoro. Kirchner apoya a la presidenta del Central y tiene en la mira al ministro. El debate sobre circulante, inflación y desinversión.

La posición monetarista –también conocida como liberal o “neoliberal” según sus críticos ideológicos– establece que todo aumento de la cantidad de dinero local, que no guarde relación con el aumento de la cantidad ofertada de bienes y servicios, provoca, a la larga, un aumento en el nivel de precios, es decir, provoca inflación. Por lo tanto, se recomienda ser muy cauto en la expansión monetaria, o fabricación de billetes, para evitar una pérdida permanente o creciente en el valor de la moneda, que no es otra cosa que inflacionaria.
Ahora bien, no está muy claro cuánto tiempo toma a esa mayor emisión o cantidad de dinero en circulación en influir sobre el nivel de precios. Se estima que en los Estados Unidos, por ejemplo, el impacto tiene un retraso de alrededor de 22 meses desde que el dinero se emite hasta que se refleja en el nivel de precios. De acuerdo con la experiencia reciente de ese país, el incremento de la base monetaria de 142% en aproximadamente 18 meses –desde la crisis financiera de fines del 2008– sólo influyó a corto plazo en una pequeña medida en el índice general de precios.
Es que si la demanda de dinero está creciendo, es posible aumentar su oferta, o sea, la mayor emisión monetaria, sin mayor impacto en la evolución de la inflación. Si bien tenemos una seria diferencia de posiciones con esa corriente liberal o monetarista, podemos coincidir en que la expansión de la cantidad emitida para financiar, por ejemplo, gasto publico, no es una política recomendable en forma permanente. En medio de una crisis, es factible incrementar la cantidad de dinero para mejorar la actividad. Y si hay capacidad ociosa, el dinero en el corto plazo incrementará el “output”, el rendimiento. En última instancia, el PBI y no los precios. Pero, en el largo plazo, el impacto se daría a través del aumento de precios.
Keynes a full. La posición progresista, o no ortodoxa –la que los críticos suelen calificar de “populista”– considera que puede ser adecuado, en determinadas circunstancias, aumentar la cantidad de dinero o usar recursos del Banco Central para financiar al Tesoro, aunque esto pueda provocar un aumento importante en el nivel de inflación. Estas ideas tienen su fuente originaria en la crisis mundial de 1929, época en la que se generaron altos índices de desempleo por la caída de la actividad. La teoría vigente en aquel momento, ortodoxa, no tenía claro cómo enfrentar el problema. En la práctica, los gobiernos hicieron obras públicas para mejorar el nivel de empleo. En la Argentina, por ejemplo, se creó Vialidad Nacional para ocupar gente desempleada en esas obras. Al mismo tiempo, se mejoraba la infraestructura con nuevos caminos pavimentados.
En 1936, siete años después de iniciada la crisis del '29, John Maynard Keynes, recogiendo las medidas que la mayoría de los gobiernos había llevado a la práctica, es decir obras públicas, proclamó que se podía llegar a un equilibrio macroeconómico permanente en un nivel menor al del pleno empleo, objetivo que no era posible para la economía ortodoxa hasta ese momento porque suponía que todos los precios se iban a ajustar a la baja, incluso los salarios, hasta llegar al pleno empleo. Para Keynes, que sabía que los salarios nominales no eran flexibles a la baja, el mayor peligro era el desempleo permanente. Y que la forma de corregir esa deficiencia del sistema económico era a fuerza de aumentar el gasto público. Así, por el multiplicador del gasto, aumentaba el Producto Bruto y el empleo, hasta llegar a la plena utilización de los recursos productivos, siempre y cuando hubiera, previamente, capacidad ociosa de producción. “Es mejor hacer un pozo y volver a taparlo que tener gente desempleada”, fue también una idea keynesiana de esa época. Para los políticos de entonces fue como la justificación de lo que estaban haciendo. Les pareció una idea genial.
Pero, claro, después de que se llegó al pleno empleo, los gobiernos siguieron aumentando sin control el gasto público. Ese era otro capítulo de Keynes y los políticos no habían llegado a leerlo muy bien. Porque los recursos no aumentaron como los gastos públicos y el desfase se tradujo en déficit permanente. Se recurrió entonces, para financiar ese gasto, a la emisión de dinero, pero en situación de pleno empleo en los principales centros productivos. Ese proceso generó un constante aumento de precios. O sea: inflación con algo de crecimiento. Por eso algunos funcionarios, supuestamente heterodoxos, están acostumbrados a decir: “Es mejor algo de inflación si no se resigna el crecimiento”. Barack Obama, por ejemplo, trató de usar todos los recursos a mano para reactivar la economía después del crac. Además de incrementar más de un 100% la base monetaria –la cantidad de dinero circulante en la calle–, seguro de que en el corto plazo no generaría inflación, no quiso errarle y también llevó el déficit fiscal al 12% del PBI debido a un fuerte aumento del gasto público. La economía, sin embargo, no reaccionó lo suficiente y el desempleo superó las peores previsiones. Ahora se encuentra con una expansión monetaria exagerada, un gasto público alto, un desempleo elevado y una deuda por déficit muy costosa para pagar. Típicas condiciones para un futuro ajuste por la vía de aumentos de los impuestos.

El efecto inflación. ¿Qué pasó en lo que va del año en nuestro país? “El Banco Central está financiando al Tesoro, y eso es inflacionario”, acusan los más críticos. Sin embargo, esa misma política la venía aplicando el Central desde hace varios años, con adelantos transitorios y pago de dividendos de ganancias contables transferidos al Tesoro nacional. Y no había tanta inflación como este año, estimada en un 25% anual, y creciendo. “El uso de reservas acelera la emisión”, se quejan los que objetan los manejos del Central. Y es cierto. Pero cuando se pagó al contado la deuda con el Fondo Monetario Internacional –cerca de 10.000 millones de dólares de una sola vez– la inflación no se disparó. Ahora, en cambio, con 6.500 millones de dólares de reservas “disponibles”, que incluso no se han usado mayormente aún, se nota una presión inflacionaria elevada. ¿En qué quedamos? ¿Se nos queman las teorías?
Como puede verse en los gráficos adjuntos, es cierto que hay más medios de pago este año ya que el agregado M2 –la suma de billetes en efectivo más depósitos en cuenta corriente más depósitos en cajas de ahorro– está superando holgadamente al programa monetario de este año. Y estamos en medio de una presión inflacionaria en alza. Comparemos de nuevo: en el 2003 creció la base monetaria un 61,7% más que este año y sin embargo la tasa de inflación de ese año fue del 3,7%. En una palabra: necesitamos elementos adicionales para entender lo que está pasando.
PBI potencial y real. La otra clave es comparar el PBI potencial con el PBI real (ver gráfico). En el 2003, se podía aumentar cerca del 25% el PBI sin hacer nuevas inversiones pues había mucha capacidad ociosa, inversión física realizada antes que no se estaba usando. Las curvas del Producto aparecen muy separadas. Actualmente se han juntado: el PBI real es casi igual al potencial. Es decir, ahora no se puede crecer sino al ritmo de las nuevas inversiones y los intentos de superar esta barrera, la falta de oferta, se van a los precios y no a aumentos del Producto Bruto. Cuando el PBI real se junta con el potencial, la economía se “recalienta” y hay inflación. Más aún si se acelera la demanda agregada por los constantes incentivos al consumo. Si a ello se le suma una fuerte emisión como la que tenemos este año por un crecimiento desproporcionado del gasto público, surge la imagen de querer apagar el fuego con nafta.
Allí radica el cambio de escenario. Ya no se puede hacer lo mismo que antes. No es que antes el Banco Central fuera más liberal y ahora progresista. En este momento, lo que necesitamos son inversiones para aumentar el Producto potencial. Si bien la tasa de inversión algo crece actualmente, resulta insuficiente para separar las curvas del PBI real y potencial. Entonces, por más dinero que emita el Central y por más gasto público que se promueva, ya el sistema no funciona como antes, lo que se verá más crudamente cuando se pase el primer efecto de la inflación: doblar el consumo y gastar más rápido el dinero para que no se licue y ganarles a los precios. Este proceso dura sólo algunos meses. Después hay que pagar las deudas. Llega la desaceleración económica. Se complica el tipo de cambio. En cualquier caso, es mejor acomodar las variables para el 2011, con este Gobierno o con cualquier otro.

Marx, más vivo y actual que nunca

Jueves, 15 de marzo de 2012 |



Por Atilio A. Boron *


En un día como ayer, hace 129 años, moría plácidamente en Londres, a los 65 años, Karl Marx. Corrió la suerte de todos los grandes genios, siempre incomprendidos por la mediocridad reinante y el pensamiento encadenado al poder y a las clases dominantes. Como Copérnico, Galileo, Servet, Darwin, Einstein y Freud, para mencionar apenas unos pocos, fue denostado, perseguido, humillado. Fue ridiculizado por enanos intelectuales y burócratas académicos que no le llegaban ni a los tobillos, y por políticos complacientes con los poderosos de turno a quienes les repugnaban sus revolucionarias concepciones.

La academia se cuidó muy bien de sellar sus puertas, y ni él ni su amigo y eminente colega Friedrich Engels, jamás accedieron a los claustros universitarios. Es más, Engels, de quien Marx dijera que era “el hombre más culto de Europa”, ni siquiera estudió en la universidad. Sin embargo, Marx y Engels produjeron una auténtica revolución copernicana en las humanidades y las ciencias sociales: luego de ellos, y aunque sea difícil separar su obra, podemos decir que después de Marx, ni las humanidades ni las ciencias sociales volverían a ser las de antes. La amplitud enciclopédica de sus conocimientos, la profundidad de su mirada, su empecinada búsqueda de las evidencias que confirmaran sus teorías hicieron que Marx, tantas veces dadas por muertas sus teorías y su legado filosófico, sea más actual que nunca.

El mundo de hoy se parece de manera sorprendente a lo que él y su joven amigo Engels pronosticaron en un texto asombroso: El Manifiesto Comunista. Este sórdido mundo de oligopolios rapaces y predatorios, de guerras de conquista, degradación de la naturaleza y saqueo de los bienes comunes, de desintegración social, de sociedades polarizadas y de naciones separadas por abismos de riqueza, poder y tecnología, de plutocracias travestidas para aparentar ser democracias, de uniformización cultural pautada por el American way of life, es el mundo que anticipara en todos sus escritos. Por eso son muchos quienes ya, en los capitalismos desarrollados, se preguntan si el siglo veintiuno no será el siglo de Marx. Respondo a esa pregunta con un sí sin atenuantes, y ya lo estamos viendo: las revoluciones en marcha en el mundo árabe, las movilizaciones de los indignados en Europa, la potencia plebeya de los islandeses al enfrentarse y derrotar a los banqueros y las luchas de los griegos contra los sádicos burócratas de la Comisión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo, el reguero de pólvora de los movimientos Occupy Wall Street que abarcó a más de cien ciudades estadounidenses, las grandes luchas que en América latina derrotaron al ALCA y la supervivencia de los gobiernos de izquierda en la región, comenzando por el heroico ejemplo cubano, son tantas otras muestras de que el legado del gran maestro está más vivo que nunca.

El carácter decisivo de la acumulación capitalista, estudiada como nadie más en El Capital, era negado por todo el pensamiento de la burguesía y por los gobiernos de esa clase que afirmaban que la historia era movida por la pasión de los grandes hombres, las creencias religiosas, los resultados de heroicas batallas o imprevistas contingencias de la historia. Marx sacó a la economía de las catacumbas y no sólo señaló su centralidad, sino que demostró que toda la economía es política, que ninguna decisión económica está despojada de connotaciones políticas. Es más, que no hay saber más político y politizado que el de la economía, dando al traste con los tecnócratas de ayer y hoy que sostienen que sus planes de ajuste y sus absurdas elucubraciones econométricas obedecen a meros cálculos técnicos y que son políticamente neutros. Hoy ya nadie cree seriamente en esas patrañas, ni siquiera los personeros de la derecha (aunque se abstengan de confesarlo). Podría decirse, provocando la sonrisa socarrona de Marx desde el más allá, que hoy son todos marxistas pero a la Monsieur Jordan, ese personaje de El burgués gentilhombre, de Molière, que hablaba en prosa sin saberlo. Por eso cuando estalló la nueva crisis general del capitalismo todos corrieron a comprar El Capital, comenzando por los gobernantes de los capitalismos metropolitanos. Es que la cosa era, y es, muy grave como para perder el tiempo leyendo las boberías de Milton Friedman, Friedrich von Hayek o las monumentales sandeces de los economistas del FMI, el Banco Mundial o el Banco Central Europeo, tan ineptos como corruptos y que por causa de ambas cosas no fueron capaces de pronosticar la crisis que, como un tsunami, está arrasando los capitalismos metropolitanos. Por eso, por méritos propios y por vicios ajenos Marx está más vivo que nunca y el faro de su pensamiento arroja una luz cada vez más esclarecedora sobre las tenebrosas realidades del mundo actual.

http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-189607-2012-03-15.html

El Zafarrancho

CRONISTA.COM


13-03-12 00:00



Tomás Bulat, Economista. Periodista


La presidente Cristina Fernández de Kirchner en su discurso inaugural de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional dijo (y ratificó luego) que las modificaciones a la carta orgánica del BCRA propuestas no tenían por objeto convertirse en un zafarrancho. De este modo, dejó entrever las dudas que el proyecto genera: justamente el destrozo de la moneda nacional. Vale la pena recordar que destrozo es la tercera acepción para el término zafarrancho que ofrece la RAE.
No voy a analizar el proyecto de ley que ya ha sido debidamente explicado en todos los medios, sino cuáles son las condiciones que podrían convertirlo en un zafarrancho.
n ¿Por qué razones emite moneda el BCRA?
Si bien la Presidente del BCRA tiene poder suficiente para emitir el dinero que considere necesario, ninguna autoridad es capaz de imprimir sin una razón económica que la justifique. Entre las que se encuentran las siguientes:
1. Crisis financiera: Un Banco Central es prestamista de última instancia, por lo tanto en caso de que haya un retiro masivo de depósitos, el BCRA emite dinero para darle a los bancos para que cumplan sus obligaciones. De no hacerlo, los bancos quebrarían. Esta emisión pasó en Argentina durante el período 2002 / 2003
2. Aumento de demanda de dinero: Hay momentos en que la gente comienza a demandar más dinero para recuperar la actividad económica o por mayores certidumbres de la moneda local. Ese aumento genuino de demanda debe ser satisfecho con emisión para no provocar un aumento de la tasa de interés que frene la actividad económica. Esta emisión fue la sucedida a partir del año 2003 y hasta el 2005 cuando luego de la crisis económica, la demanda de dinero creció fuertemente.
3. La necesidad de acumular reservas: Para poder adquirir dólares o euros, el BCRA se lo debe comprar a los particulares, a los cuales les entrega pesos que emite. Esta situación se dio principalmente en Argentina desde el 2005 hasta el 2008, y continua en estos dias.
4. Financiar al estado nacional si éste se encuentra en déficit fiscal: Si no consigue o no quiere endeudarse para cerrar el déficit entonces aparece la justificación de emisión que se da a través de los adelantos transitorios (durante período 2005/2011), o de distribuir los dividendos (2009/2011) del Banco Central a su dueño, la Tesorería.
5. Préstamos baratos: Es otra razón vinculada al sistema financiero. Se da cuando los bancos captan pocos fondos de los ahorristas o a muy corto plazo, o a tasas muy elevadas. Para compensar esto se inventa un nuevo depositante, que es el BCRA. Emite dinero, se lo da a los bancos para que luego los preste a empresas a tasas bajas. Esto se llama redescuento y es la situación que se plantearía en el 2012.
No existen más razones que estas cinco, que no son pocas, para emitir. Todas tienen un propósito y una justificación. La única razón que tiene un Banco Central para no emitir, es mantener baja la inflación. Si no existiera riesgo de que aumentara la inflación, no habría mucho que debatir. Resumiendo: existen 5 razones para emitir, pero solo una para no hacerlo (esperemos que no se trate de goleada).
n Las probabilidades del zafarrancho:
Está claro que cuando los problemas no existen, la necesidad de emitir tampoco. Por ejemplo, cuando no hay crisis financiera, no hay necesidad de emisión monetaria; tampoco la hay cuando no existe déficit fiscal; si los bancos captaran dinero barato y a más largo plazo, no tendrían necesidad de redescuentos; y si no se pagara deuda con reservas, no habría necesidad de comprar divisas.
Sin embargo, si continúa el déficit fiscal, si se sigue comprando para mantener las reservas, si se emite para que los bancos den crédito, entonces la única condición para que la Presidente tenga razón y esta ley no sea para hacer zafarrancho, es lo que suceda con el resto de la política económica. Claro que un Banco Central independiente debería tener la posibilidad de decir que NO al deterioro de la moneda. Pero no es el caso.
Dado que la única restricción a emitir que existe es tener como objetivo una meta de inflación baja, y la inflación no existe, las probabilidades del zafarrancho crecen junto a los desequilibrios de la economíaà y a la implementación de esta ley.            

CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHER y 194 minutos (1.03.12)

Apertura del 130º periodo de sesiones ordinarias del Congreso Nacional: Discurso de la Presidenta de la Nación
DISCURSO DE LA PRESIDENTA CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHER EN LA APERTURA DEL 130° PERIODO ORDINARIO DE SESIONES DEL CONGRESO NACIONAL


Muchas gracias, muy buenos días a todos y a todas. Honorable Asamblea Legislativa; señores dirigentes sindicales y de otros partidos políticos que nos acompañan; Madres y Abuelas de Plaza de Mayo; señor juez Baltasar Garzón, que hoy nos honra con su presencia (aplausos): como todos estos últimos años en cumplimiento del artículo 99 de nuestra Constitución, inciso 8°, vengo no solamente a presidir la apertura de las sesiones, en la Asamblea Legislativa de este Parlamento año 2012, sino también a ofrecer, conforme obliga la Constitución Nacional, el estado de situación de la Nación Argentina.
La Nación Argentina sigue protagonizando desde el año 2003 uno de los más vigorosos crecimientos económicos con inclusión social que se tenga memoria, no ya solamente en nuestra propia historia sino también en el marco de una situación internacional donde de acuerdo a fuentes tales como el Fondo Monetario Internacional –en el que yo sé que algunos de ustedes confían más que en nuestras propias estadísticas, hay que darle a todo el mundo la tranquilidad de que estamos diciendo las cosas – se ubica a la Argentina, luego de India y China, en el tercer lugar en cuanto a crecimiento económico durante el último año 2011. (Aplausos)
Si nosotros pudiéramos comparar en un gráfico los crecimientos en el período 1970 a 1976, 1982 a 1988  y 1994 a 2000 y del 2006 al 2011, como promedio de crecimiento estaríamos, en el primero de los períodos, 1970 al 76, en un promedio de crecimiento del 3 por ciento; luego del 82 al 88 la Argentina fue para abajo, no sólo no creció sino que decreció, el promedio de la caída del Producto Bruto, del crecimiento económico de la Argentina, fue para esa década el 0,7. Luego, del año 1990 hasta el año 1998 el promedio de crecimiento fue del 4,1, pero con un crecimiento muy particular, porque al mismo tiempo que había crecimiento de la actividad económica avanzaba el proceso de desindustrialización del país, que había comenzado a desarrollarse en 1976 y tuvo su epicentro en la crisis que nos tocó vivir en el año 2001. El promedio de crecimiento de estos años ha sido del 7,8, lo que nos coloca, en cuanto a toda América Latina, en el proceso de expansión y crecimiento económico más importante de toda la región. (Aplausos)
El crecimiento del Producto Bruto medido en términos de paridad de poder adquisitivo, esto es una medida utilizada por el Fondo Monetario para comparar el poder de compra de un dólar en cada país considerando el tipo de cambio y los precios internos: en el año 2003 esa paridad de poder adquisitivo era de 8.797 dólares per cápita; hoy es de 17.376 dólares. (Aplausos) Como les decía, el PBI argentino fue el que más creció después de China y de India, tanto en la evolución del PBI como en la paridad adquisitiva que recién les estaba contando.
También sobre base elaborada por el Fondo Monetario Internacional, el PBI en paridad de poder adquisitivo fue de los primeros 25 puestos en todo el ranking mundial. Esto no fue viento de cola como algunos quieren afirmar, porque si bien los términos de intercambio han mejorado sustancialmente en los países emergentes y también en los países de la región, lo cierto es que por ejemplo Venezuela, Chile, Bolivia, Perú y Colombia tuvieron una magnitud de aumento que cuadruplicaron sus términos de intercambio mientras que la Argentina solamente lo duplicó en el 42 por ciento. Para que tengan una idea, la variación acumulada en los términos de intercambio fue para Venezuela en un 195,  para Chile en un 119, para Bolivia en un 82, para Perú 61, Colombia 54, la Argentina 42, Brasil 38 y el promedio de la región 37. Ustedes dirán por qué, es muy simple, porque se cuadruplicaron los precios de commodities de minerales y petróleo que producen estos países y nuestros commodities solamente se duplicaron, con lo cual el crecimiento de la Argentina no se explica únicamente a través de condiciones macroeconómicas en las economías emergentes sino a partir de un modelo de desarrollo que ha hecho del mercado interno, del consumo popular y la distribución del ingreso sus banderas principales, que nos han permitido crecer en la forma que lo hemos hecho. (Aplausos)

Cristina defendió la política ferroviaria del kirchnerismo

Respondió en forma casi directa a las denuncias que hay sobre las deficiencias en los serivicios ferroviarios. "Nunca hubo ningún pedido de rescisión por parte de ningún organismo de control", argumentó y agregó: "Se ha hecho bastante más de lo que se había hecho hasta que llegamos nosotros". También destacó la política de subsidios y la megaminería. 


La presidenta Cristina Fernández de Kirchner inaugura las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación. (Pepe Mateos)

AMADO BOUDOU. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner inaugura las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación. (Pepe Mateos)

BALTAZAR GARZON. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner inaugura las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación. (Pepe Mateos)

VICTORIA DONDA. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner inaugura las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación. (Pepe Mateos)

MOYANO Y RECALDE. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner inaugura las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación. (Pepe Mateos)

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner inaugura las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación. (Pepe Mateos)

El secretario de comercio, Guillermo Moreno, y sus globos de “Clarín Miente” durante la apertura de la asamblea legislativa. (DyN)

El secretario de comercio, Guillermo Moreno, y sus globos de “Clarín Miente” durante la apertura de la asamblea legislativa. (DyN)

El secretario de comercio, Guillermo Moreno, ofrece alfajores con la etiqueta “Clarín Miente” durante la apertura de la asamblea legislativa. (DyN)

Manifestantes apoyan a la presidenta Cristina Fernández quien arriba al congreso para inaugurar la asamblea legislativa. (DyN)

VICTORIA DONDA. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner inaugura las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación. (Pepe Mateos)

MOYANO Y RECALDE. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner inaugura las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación. (Pepe Mateos)
Manifestantes apoyan a la presidenta Cristina Fernández quien arriba al congreso para inaugurar la asamblea legislativa. (DyN)

Audio:

Militantes peronistas esperan el discurso de Cristina en la Plaza de los dos Congresos. Pablo de León, Clarín.com

Militantes peronistas esperan el discurso de Cristina en la Plaza de los dos Congresos. Pablo de León, Clarín.com

01/03/12 - 15:29
La presidenta Cristina Kirchner inauguró hoy por quinta vez desde que llegó a la Rosada y por primera en su segundo mandato las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación. Durante un discurso maratónico, que duró más de tres horas, elogió la política ferroviaria del kirchnerismo, aunque no hizo anuncios sobre la materia. Ocurre a ocho días de la tragedia en la estación de Once, donde murieron 51 personas. También destacó la política de subsidios aplicada "desde el 2003 a la fecha", que el Gobierno está revisando desde fines del año pasado, defendió la megaminería, criticó duramente a Mauricio Macri por rechazar el traspaso del subte, y propuso aumentar los vuelos a las islas Malvinas, aunque pidió que salgan desde Buenos Aires y los lleve a cabo Aerolíneas Argentinas (hoy son dos y están a cargo de LAN).

Cristina dijo que el deterioro de los trenes arrancó en la década del sesenta y que "se acentúo en la década de los noventa". Y destacó que la tarifa se mantuvo estancada en los últimos ocho años. Pero remarcó que "nunca hubo un pedido de rescisión por parte de ningún organismo de control" por las malas condiciones de la red o de los trenes. "Cuando propuse hacer un tren de alta velocidad me mataron", recordó la Presidenta en alusión al proyecto asignado a la empresa francesa Alstom y que pretendía unir Buenos Aires, Rosario y Córdoba. No hubo aplausos.

La Presidenta destacó las obras que se están llevando a cabo para el soterramiento del Sarmiento –largamente demoradas- y volvió a pedir que la Justicia no demore las pericias sobre la tragedia del miércoles pasado. "No me va temblar la mano para tomar decisiones, pero es necesario tener las pericias terminadas, no es tan difícil", manifestó.

En su extenso discurso, plagado de números, la Presidenta sostuvo que la política de subsidios “fue uno de los factores que permitió el desarrollo” del país. Y destacó la necesidad de hacer uso de la "sintonía fina para que los subsidios lleguen a las personas que los necesitan".

Antes, elogió el crecimiento económico de los últimos años y se encargó de enfatizar que el crecimiento económico del país es, según el FMI, el tercero más alto del planeta, después de China y la India. También sostuvo que "no es solamente viento de cola", ya que, dijo, la mejora de los términos de intercambio (la relación entre los precios de lo que el país importa y exporta) fue menor a la de otras naciones de la región.

Cristina también destacó que unos dos tercios del crecimiento del PIB se dieron gracias al consumo interno, negó que el país haya "reprimarizado" sus exportaciones, recalcó el crecimiento de la inversión externa y dio datos sobre turismo interno. Y aunque elogió que hay "siete millones de trabajadores registrados", reconoció que hay "un 34,6% de trabajadores" en negro.

En medio de la marea de datos económicos, donde hizo hincapié en la recaudación y las políticas agropecuarias, Cristina recordó a Néstor Kirchner y deslizó: "Tengo dudas si vale la pena seguir adelante". Emocionada, agregó: "No solamente tengo un compromiso con mi carrera y con la persona que más quise en mi vida".

Sobre el final, Cristina Kirchner cuestionó duramente la decisión de Mauricio Macri de rechazar el traspaso del subte. Dijo que se trata de un "episodio bochornoso", aunque anunció que la Policía Federal seguirá otro mes más en subte, uno de los elementos que tomó el jefe de Gobierno para suspender el traspaso y que generó el paro de subtes.

"Es un episodio bochornoso, por conferencia me quisieron devolver los subtes. Tienen que tener un asesor letrado. No se pueden devolver contratos y concesiones como si fueran zapatos", se quejó la Presidenta, al tiempo que destacó el aumento del 127 por ciento sobre la tarifa que aplicó el macrismo.

Cristina llegó al Congreso a las 12:48, vestida de negro. La recepción, esta vez, estuvo a cargo de Beatriz Liliana Rojkés de Alperovich, Julián Dominguez y el vice Amado Boudou. Se saludaron formalmente y todos sonrieron. Tres minutos después, se anunció el inicio de la cadena nacional. Durante cinco minutos, solo se escucharon los cantitos de los militantes de La Cámpora, que otra vez llenaron los palcos principales

"Cristina, Cristina corazón, acá tenés los pibes para la liberación", se escuchaba de fondo. Hubo tiempo suficiente para todo el repertorio camporista. A las 12,56, una lluvia de papelitos anunció su ingreso al recinto. Y sonó nuevamente de fondo "Cristina, Cristina corazón, acá tenés los pibes para la liberación".

Antes de darle la palabra a la Presidenta, Boudou pidió un minuto de silencio por la tragedia en la estación de Once. Como en otras ocasiones, Cristina arrancó su discurso elogiando el modelo económico y las políticas aplicadas durante la era k. Utilizó innumerables cifras y datos. Y muchos tecnicismos.

Entre los anuncios, se destacó la creación de una comisión para la reforma, actualización y unificación de los Códigos Civil y de Comercio. La misma incluirá temas como la simplificación del juicio de divorcio, la creación de convenciones prenupciales y el reconocimiento de las uniones de convivencia. Al hablar ante la Asamblea Legislativa, lCristina informó que asimismo regulará temas como la reproducción asistida, la gestación por sustitución y la adopción; "discusiones que la sociedad tiene que dar como dimos en su momento la discusión por el matrimonio igualitario".

A las 15.15, luego de más de tres horas y quince minutos de discurso, Cristina lloró y cerró su discurso de manera emotiva. "Les pido que me ayuden", lanzó.

Finalmente, no hubo anuncios sobre la situación de YPF, la petrolera hispano argentina con la que el Gobierno entró en abierta confrontación tras un idilio que había comenzado cuando el grupo Eskenazy compró acciones y se asoció a Repsol. Se especulaba que podía declarar "de interés público" a las reservas petroleras.

Además de funcionarios nacionales de todos los niveles y gobernadores, entre los invitados se destacó el ex juez español Baltazar Garzón, quien compartió el palco con la titular de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, y la de Abuelas de Plaza de Mayo, estela de Carlotto. En dos oportunidades, Cristina elogió a Garzón, que tuvo que pararse para recibir los aplausos.

En los alrededores del Congreso hubo menos gente que en otras sesiones inaugurales, aunque la zona estaba llena de micros escolares. Pasadas las 11, llegó un contingente grande de la JP Evita. También hicieron sentir su presencia la Corriente Peronista y el Movimiento Evita, de Emilio Pérsico y Fernando "Chino" Navarro. En cambio, hubo escasa asistencia de intendentes (entre los que se destaca un cartel de Mario Ishi, de José C. Paz) y casi nula de sindicatos (entre otros, se mostró el SOMU, de los trabajadores marítimos). La Cámpora nuevamente se hizo notar con gran cantidad de banderas.

"No me mientas, Argentina”:


 En un duro artículo, The Economist dice que no usará más datos oficiales

"No me mientas, Argentina" fue el duro título elegido por la prestigiosa revista The Economist para explicar por qué ya no utilizará más las estadísticas oficiales de Argentina y optará, en cambio, por difundir datos de una consultora privada.
"Imagine un mundo sin estadísticas. Los Gobiernos caminarían a tientas en la oscuridad, los inversores perderían dinero y a los electores se les dificultaría controlar a sus líderes políticos. Es por eso que The Economist publica más de 1.000 datos cada semana en diversas materias", comienza la nota.
Y continúa: "No podemos estar seguros de que todas estas cifras son confiables. Las oficinas de estadística varían en su sofisticación técnica y habilidad para resistir la presión política. Los números de China, por ejemplo, pueden ser dudosos; Grecia subreportó su déficit, con consecuencias desastrosas. Pero, en general, los estadistas oficiales arriban a sus cifras en buena fe".
Sin embargo, la publicación asegura que hay una "deslumbrante excepción" a esa regla: Argentina.
"Desde 2007, el Gobierno argentino ha publicado datos de inflación que casi nadie cree. Estos muestran que los precios suben entre 5% y 11% al año", apunta el artículo y contrasta el dato afirmando que "economistas independientes, oficinas de estadística provinciales y encuestas de expectativas de inflación ubican la tasa en más del doble que la oficial".
Y confirma la anterior declaración recordando que "el Gobierno les ha concedido a los gremios subas salariales del orden calculado por los privados".
"Lo que parece haber empezado como un deseo de evadir malos titulares en un país con una historia de hiperinflación ha resultado en una degradación del INDEC, alguna vez una de las mejores oficinas de estadística de América latina", sentencia The Economist.
Además, describe que las instalaciones del INDEC están ahora cubiertas con posters de apoyo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner mientras que los "miembros independientes del staff fueron reemplazados por aquellos que se describen a sí mismos como ‘cristinistas'".
Incluso, la prestigiosa revista considera en la nota que, "en un extraordinario abuso de poder por un gobierno democrático, los economistas independientes fueron forzados a dejar de publicar sus estimaciones propias de inflación con multas y amenazas de juicios".
"Los precios mal reportados han causado engaños a los tenedores de bonos ligados a la inflación por billones de dólares", agrega.
"No vemos perspectivas de un rápido regreso a números creíbles. El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien lideró la intervención al INDEC, es todavía uno de los consejeros más cercanos a la Presidenta", señala la nota respecto del futuro próximo.
Además, resalta que el FMI "notó" que Argentina está fallando en su obligación de proveer estadísticas confiables e hizo recomendaciones y estableció plazos para mejorar. Sin embargo, añade que cuando el país ignoró esas sugerencias, el Fondo simplemente lamentó la "ausencia de progresos" y apenas marcó un nuevo plazo.
"En el 2010 añadimos una aclaración al pie de nuestras tablas estadísticas advirtiendo la situación", recuerda The Economist.

Pero, con extrema dureza, agrega que "desde esta semana, decidimos abandonar por completo las estadísticas del INDEC".
"Estamos cansados de formar involuntariamente parte de lo que parece ser un intento deliberado de engañar a los votantes y estafar a los inversores", denuncia.
En este marco, añade que para la información de precios al consumidor de Argentina, la publicación va a tomar información de PriceStats, un especialista en inflación, que produce datos de 19 países y que son publicados por State Street, un banco de inversión.
El medio aclara que decidió no tomar datos de alguna de las oficinas de estadística provinciales aún confiables para evitar presión gubernamental.

Asimismo, añade que "uno de los mejores analistas independientes del país" se ofreció a brindar sus datos "contra todo aviso legal" bajo condición de no revelar la fuente y disfrazar ligeramente los números. "Eso hubiese generado confusión", apunta The Economist.
Es por eso, que la revista finalmente optó por PriceStats, que tiene su base en Estados Unidos, "fuera del alcance del Gobierno argentino".
"Los montones de precios en línea en los que se basa el índice de esta consultora son a prueba de falsificaciones", considera el medio, aunque reconoce que seguramente desde Argentina argumentarán que ese índice representa más a los ricos que a los pobres, quienes no compran online.
Sin embargo, en defensa del indicador de PriceStats, The Economist destaca que los métodos de la consultora están basados en solidas investigaciones de expertos y han mostrado una similitud impresionante con datos oficiales de países como Brasil o Venezuela.
"Esperamos que pronto podamos volver a un índice de precios al consumidor oficial de Argentina. Pero eso requeriría que el INDEC fuera dirigido por trabajadores estadísticos independientes y sin obstáculos. Hasta entonces, los lectores van a estar mejor informados por estadísticas extraoficiales creíbles que por datos oficiales falsos", concluye The Economist.

FUENTE: IPROFESIONAL

Entrevista a Javier González Fraga





Argentina: Entrevista a Javier González Fraga

Junio 9, 2011 · Imprimir este artículo

Entrevista a Javier González Fraga
“La intervención al INDEC fue inflacionaria, porque generó una anarquía de expectativas”
Con tono pausado pero seguro. Respuestas meditadas y contundentes, a los 63 años Javier González Fraga asegura que no dudó mucho cuando le propusieron ser candidato a vicepresidente por el radicalismo. Asume el desafío con responsabilidad, conciente de que, cómo él mismo admite, a esta altura de su vida “el tranvía no pasará muchas veces más”. Y aunque intenta ponerse el traje de candidato a vice, no logra despegarse completamente en su dialéctica del rol de economista que le otorgó prestigio profesional en la Argentina y en el exterior.
En diálogo con El Cronista, González Fraga afirma que “echaría a todos los que fueron puestos a dedo en el INDEC” y asegura que es posible bajar la inflación sin resentir el crecimiento de la economía. Rescata los ejemplos de Perú, Chile, Uruguay, Nueva Zelanda e Inglaterra. Pero no de Brasil, país del cual afirma que “las disputas comerciales son inevitables”.
“¿Cómo ve la situación actual del país?
Este es un país que hoy tiene muchas contradicciones. No podemos dejar de ver las tensiones inflacionarias que existen. Eso se refleja por supuesto en la situación de la pobreza. Nos estamos estancado en la disminución de la pobreza, o quizás hasta ha aumentado. El INDEC hoy es poco creíble, pero alrededor del 30% de la población está actualmente excluida de la economía. Además, somos más vulnerables que antes a un eventual cambio de las condiciones económicas y financieras internacionales. Si este Gobierno que subió el gasto discrecional en más de 100.000 millones de dólares tampoco puede reducir el déficit habitacional, estamos en un problema.
“¿Qué otro tema le preocupa?
El debilitamiento de las instituciones, de las libertades individuales y de la Justicia. Desde el caso del INDEC hasta los telefonazos del Gobierno a las empresas para decirles si pueden o no exportar o importar. Es preocupante. Todo esto tiene un costo económico muy alto. Porque en este contexto las empresas no invierten y las pymes tampoco. Hoy no hay inversión en exploración petrolera, ni en siderurgia ni en otros metales. Tampoco se invierte en autopistas. Todo esto genera más tensiones inflacionarias.
“¿Qué haría usted para solucionar la situación del INDEC?
“Antes de responderle quiero aclarar una cosa: lo que yo haría no lo digo como candidato a vicepresidente por el radicalismo, sino a título personal. Porque eso será materia del futuro ministro de Economía. Yo echaría a todos los que fueron puestos a dedo en los últimos años y repondría a todos lo que fueron echados. Después, ellos ya van a saber cómo arreglar las estadísticas, cómo empalmar los índices. Porque antes de la intervención el Indec era una institución prestigiosa e independiente.
“Y más allá del INDEC, ¿cómo se detiene la inflación en la Argentina?
“La inflación hay que combatirla gradualmente. No con políticas monetarias ni fiscales violentas. Haría lo mismo que en su momento hicieron Perú, Chile, Uruguay, Nueva Zelanda o Inglaterra. Dejo afuera a Brasil en esta enumeración porque no estoy totalmente de acuerdo con las política que adoptaron. Pero la base es que realizaron una conducción gradual de las políticas económicas, tanto la fiscal como la monetaria y la cambiaria. Claro que antes hay que solucionar la situación en el INDEC. El haber intervenido al Indec ha sido inflacionario porque generó una anarquía de expectativas. Este Gobierno fue más exitoso estimulando el consumo que la inversión. Y los ejemplos son la política ganadera, la lechera. Pero repito que para controlar la inflación no hace falta enfriar la economía. Tampoco plancharía el tipo de cambio.
“¿Qué opina de las sanciones a las consultoras que miden la inflación?
Eso es un atropello. Es coartar la libertad de expresión. Hoy son las consultoras, pero mañana van a ir por las estaciones de servicio, pasado por las panaderías y así sucesivamente. Hay una impunidad total para atacar las libertades individuales.
“Los últimos ocho años han sido de un crecimiento elevado por el país ¿A qué atribuye esta performance y que rol ha jugado el denominado “viento de cola”?
“Mire, en los primeros cuatro años de kirchnerismo diría que 50% fueron méritos del Gobierno y 50% por ese viento de cola o contexto internacional favorable. Claro que no puedo determinar con certeza si ese 50% de mérito se debe a talento o necesidad del Gobierno. Pero en los últimos cuatro años ese porcentaje cambió significativamente: fue 150% viento de cola y lo que corresponde al Gobierno fue menos 50%. Considero que la salida de Roberto Lavagna del Gobierno fue una bisagra en este sentido.
“¿Las disputas comerciales con Brasil son inevitables?
“Si, son inevitables. Porque tenemos una unión aduanera precipitada que fue realizada en el año 1994. Fue uno de los graves errores del menemismo y de Domingo Cavallo. A Europa le llevó 30 años con peleas entre Francia y Alemania. Tenemos que entender que esto va a llevar tiempo. Brasil es tan proteccionista como Argentina o Uruguay. Tenemos que negociar con los empresarios al lado, porque podrían aportar soluciones más creativas. El objetivo para la Argentina debe ser transformarnos en el Canadá de los Estados Unidos no en el México. Es decir, vender productos de alto valor agregado, pero para ello hay que dar batalla a la reprimarización de nuestras exportaciones.Fuente: El Cronista Comercial, 06/06/11.

El Inversor - Tomas Bulat - LOS IMPUESTOS



Impuestos: origen y constitución. Cuánto pagamos y cómo se descuentan. Para conocer en detalle nuestras obligaciones y nuestros derechos.

Tomás Bulat: "El ajuste termina en el discurso"


Por Tomás Bulat
Uno de los mayores desafíos de la ciencia económica es entender cómo funciona una sociedad en sus vínculos económicos, tanto cuáles son las acciones de quienes aplican la política económica, como las reacciones que tiene la gente frente a ellas.
Aquel que logre predecir mejor qué hará un gobierno en los diferentes frentes -fiscales, monetarios, cambiarios o de ingresos-, y ante cada acción sepa predecir mejor la reacción de los actores económicos, será quien podrá leer con mayor precisión lo que puede pasar en el futuro.

Mientras más dudas haya sobre lo que hará un gobierno, más dudas tenemos para saber qué pasará. Y si a ello le sumamos que desconocemos cómo reaccionará la gente, menos sabremos qué podemos esperar.
Como ejemplo simplificado, voy a tomar la actual crisis europea. Hay dos modelos, con sus respectivos errores:
El primero es el griego, donde no fue claro en sus cuentas y de un día para el otro resulta que tenía un nivel de endeudamiento mayor al que se suponía.

A esta situación de sobreendeudamiento y mala información, los mercados reaccionaron muy desfavorablemente. Hubo un problema de política del gobierno, que no fue claro en lo que hacia, por lo tanto esa incertidumbre significó una restricción abrupta del crédito a Grecia y mayor recesión.
El otro modelo es el alemán. La reacción de Alemania ante la misma crisis significó que Merkel junto a sus asesores, decidieron tratar el problema de deuda de Grecia como si lo griegos fueran sus compatriotas. Por lo tanto supuso que ante el riesgo de default, el pueblo griego reaccionaría como el pueblo alemán.

Pero por supuesto reaccionó distinto y, por lo tanto, todas las políticas explicadas claramente fueron un fracaso, porque no se entendió que la conducta de la población es diferente.
Este ejemplo simplificado de la realidad me sirve para extrapolarlo a la Argentina. Y tratar de ver qué puede pasar en el 2012.

Los errores del gobierno
Como economista, recibo cotidianamente consultas de la gente acerca de lo que preveo que va a hacer el gobierno con tal o cual cosa. Esto ya habla de que no hay un discurso económico que esté dirigido a brindar certezas de lo que se va a hacer. Antes de las elecciones me preguntaban, ¿qué pasará con los subsidios?.

Yo contestaba: se irán reduciendo, pero no sé ni cómo ni cuánto. Se irá viendo. La siguiente pregunta, casi obligada era ¿Viendo qué? y, viendo el impacto político y económico de las medidas", contestaba. Respuesta, que era lo más parecido a no sé. Pero cualquier otra era tan válida como la mía.
Se sabe que los subsidios se reducirán, que el dólar subirá, que las tasas de interés y la inflación serán más o menos las mismas, y que ante cada problema hay una nueva intervención regulatoria estatal. Pero imposible medir en qué rangos.
Como en el discurso del gobierno no hay ajuste, no hay señales claras de lo que va a hacer, ni qué reglas va a establecer. Por lo tanto hay fuerte incertidumbre.

Errores de los opositores
Los opositores, por otro lado, no entienden la reacción de la mayoría de los argentinos. Creen que va a haber reacciones violentas ante medidas que generan cambios institucionales, como las AFJP, o ante restricciones para adquirir dólares, por ejemplo, y que la gente va a salir con las cacerolas a la calle.
Esto es un error sesgado por la crisis 2001/2002, que fue excepcional. La mayoría de las veces, ante cada nueva regulación, los argentinos se adaptan rápidamente; ve la oportunidad de corto plazo que genera y sigue para adelante. Las reacciones son individuales y no colectivas.

La mayoría de la gente no quiere vivir en conflicto permanente, no quiere repetir el 2002. Se quiere vivir mas tranquilo, no en una sociedad en convulsión permanente.
El trabajador sigue trabajando, el chacarero cosechando, el fabricante produciendo, el medico curando y el periodista informando. Seguimos haciendo lo que sabemos hacer, más molestos, más preocupados, pero la vida sigue, no la paramos.

Si nos ponen restricciones para comprar dólares, no salimos a la plaza con cacerolas; salimos a ver quién nos puede vender, compramos un poco menos, o un poco mas caro, pero no iniciamos una revolución.
Es por esto que muchas medidas regulatorias no tienen el impacto que muchos analistas en los diarios predicen. La gente no reacciona de manera abrupta, sino adaptativa y hay que entenderla para saber qué puede venir. Me animo a decir, en este punto, que el gobierno también tiene miedo a la reacción de la gente si dijera la verdad.

Cree que el impacto de llamar a las cosas por su nombre sería más negativo que el que tiene continuar con esta política de lo no dicho.

Lo que viene en el 2012
El 2012 va a ser un año económico más difícil que el 2011. El grado de dificultad dependerá de que haga el gobierno nacional y de las reacciones que genere.
Hay, obviamente, un lento y sistemático deterioro de la actividad económica, primero en la inversión privadas de largo plazo (energía, infraestructura, fábricas nuevas), luego en la inversión de mediano plazo (ampliación de fábricas, maquinaria, ganadería, etc.) y finalmente queda una economía solo liderada por el consumo y la inversión de corto plazo (soja, armadores, etc.).
Para que la adversa situación económica tenga un impacto menor, el gobierno debería empezar por el discurso, sin eufemismos. Y dentro del marco de ese discurso algunas medidas que tengan reglas y se cumplan.
El dar mayor transparencia y reglas claras y precisas, permitirían que los momentos de crisis fueran sobrellevados por todos con el menor daño colateral posible.