12 OCT 2010 08:48h
Sueldos
Tienen empleo, pero este nivel de ingresos no les alcanza para salir de la pobreza.
Por Ismael Bermúdez
En la Argentina
hay actualmente 6.663.732 trabajadores en relación de dependencia que
están registrados o “en blanco”. Pero están sometidos a situaciones muy
dispares en materia salarial. Por caso, una cuarta parte gana menos de 1.500 pesos al mes. Y la mitad percibe apenas menos de 2.500 pesos.
En esta radiografía salarial, las mujeres llevan la peor parte y también los jóvenes, quienes además registran una alta proporción de desempleo y trabajo en negro.
Esto implica que tener un trabajo en la Argentina de hoy no es garantía de bienestar. Es más, se puede concluir que buena parte de los que tienen empleos “en blanco” no ganan lo suficiente para salir de la pobreza o para comprar una canasta familiar que incluya bienes y servicios medios que se evalúa, para una familia tipo, en más de $ 3.000 mensuales.
Estos datos surgen de las estadísticas oficiales basadas en la información que declararon las empresas ante el sistema de la Seguridad Social.
Incluye los sueldos del sector privado y también los del sector público nacional y de las provincias que transfirieron sus cajas jubilatorias a la Nación. Son salarios que están sujetos a aportes, es decir, antes de los descuentos de jubilación y obra social.
Los datos corresponden a marzo de 2010. Desde entonces se estima que los sueldos tuvieron, en promedio, un aumento del 15% , acompañando a la inflación real, no a la que registra el INDEC.
Pero ese aumento nominal no altera el ingreso de bolsillo porque las cifras a marzo corresponden a los sueldos brutos, sobre los cuales hay que deducir el 17% por los descuentos de jubilación y salud.
Si esta es la realidad de los ingresos de los trabajadores que están en blanco, peor es la de los 4 millones que están en negro con sueldos calculados entre un 30 y 40% inferiores a los formales .
Entre los que ganan más de $ 7.000 al mes hay apenas 577.298 empleados, menos del 9%. Y solo 67.615 (el 1%) ganan por encima del tope salarial sobre el que se efectúan los descuentos de Seguridad Social. Sin embargo, además de los descuentos de jubilación y salud hasta el tope, en el caso de los salarios más altos el ingreso neto se reduce por las retenciones de Ganancias y no tienen derecho al cobro de las asignaciones familiares que se pierde cuando el sueldo bruto supera los 4.800 pesos.
Las actividades con los sueldos proporcionalmente más bajos son el sector agropecuario, comercio, enseñanza, actividades inmobiliarias, construcción y algunas ramas industriales , como “prendas de vestir”. A su vez, Tucumán y Santiago del Estero son las provincias con el sueldo promedio más bajo.
De los 6.663.732 de asalariados, un tercio son mujeres quienes, además, en proporción, tienen sueldos más bajos que los varones . Eso obedece a que es mayor la proporción de mujeres ocupadas en negro y, preponderante, en el servicio doméstico, que dispone de un régimen especial.
Por edades, casi el 30% de los asalariados formales (1,9 millones) tiene menos de 29 años y un poco más de la mitad (3,6 millones) entre 30 y 49 años. El resto (1,2 millones) supera los 50 años.
La baja proporción de asalariados formales jóvenes se explica porque una gran parte está desocupada y el resto se desempeña en negro. También sorprende e impacta que 2,8 millones de jóvenes entre 18 y 29 años -el 35% del total- se declaren inactivos ya sea porque estudian y no trabajan o ni estudian ni trabajan.
En esta radiografía salarial, las mujeres llevan la peor parte y también los jóvenes, quienes además registran una alta proporción de desempleo y trabajo en negro.
Esto implica que tener un trabajo en la Argentina de hoy no es garantía de bienestar. Es más, se puede concluir que buena parte de los que tienen empleos “en blanco” no ganan lo suficiente para salir de la pobreza o para comprar una canasta familiar que incluya bienes y servicios medios que se evalúa, para una familia tipo, en más de $ 3.000 mensuales.
Estos datos surgen de las estadísticas oficiales basadas en la información que declararon las empresas ante el sistema de la Seguridad Social.
Incluye los sueldos del sector privado y también los del sector público nacional y de las provincias que transfirieron sus cajas jubilatorias a la Nación. Son salarios que están sujetos a aportes, es decir, antes de los descuentos de jubilación y obra social.
Los datos corresponden a marzo de 2010. Desde entonces se estima que los sueldos tuvieron, en promedio, un aumento del 15% , acompañando a la inflación real, no a la que registra el INDEC.
Pero ese aumento nominal no altera el ingreso de bolsillo porque las cifras a marzo corresponden a los sueldos brutos, sobre los cuales hay que deducir el 17% por los descuentos de jubilación y salud.
Si esta es la realidad de los ingresos de los trabajadores que están en blanco, peor es la de los 4 millones que están en negro con sueldos calculados entre un 30 y 40% inferiores a los formales .
Entre los que ganan más de $ 7.000 al mes hay apenas 577.298 empleados, menos del 9%. Y solo 67.615 (el 1%) ganan por encima del tope salarial sobre el que se efectúan los descuentos de Seguridad Social. Sin embargo, además de los descuentos de jubilación y salud hasta el tope, en el caso de los salarios más altos el ingreso neto se reduce por las retenciones de Ganancias y no tienen derecho al cobro de las asignaciones familiares que se pierde cuando el sueldo bruto supera los 4.800 pesos.
Las actividades con los sueldos proporcionalmente más bajos son el sector agropecuario, comercio, enseñanza, actividades inmobiliarias, construcción y algunas ramas industriales , como “prendas de vestir”. A su vez, Tucumán y Santiago del Estero son las provincias con el sueldo promedio más bajo.
De los 6.663.732 de asalariados, un tercio son mujeres quienes, además, en proporción, tienen sueldos más bajos que los varones . Eso obedece a que es mayor la proporción de mujeres ocupadas en negro y, preponderante, en el servicio doméstico, que dispone de un régimen especial.
Por edades, casi el 30% de los asalariados formales (1,9 millones) tiene menos de 29 años y un poco más de la mitad (3,6 millones) entre 30 y 49 años. El resto (1,2 millones) supera los 50 años.
La baja proporción de asalariados formales jóvenes se explica porque una gran parte está desocupada y el resto se desempeña en negro. También sorprende e impacta que 2,8 millones de jóvenes entre 18 y 29 años -el 35% del total- se declaren inactivos ya sea porque estudian y no trabajan o ni estudian ni trabajan.