El pasado domingo, Capitanich cargó contra otros “especuladores”. Por un lado, contra los ciudadanos que han vuelto a comprar dólares, después de más de dos años de restricciones, y, en lugar de dejarlos depositados en el banco, los guardan en efectivo en cajas fuertes. No hay que olvidar que en la crisis argentina de 2002 se pesificaron los depósitos en dólares, que en la actualidad los bancos usan para financiar el comercio exterior. “El ahorro promueve la avaricia y es poco solidario con el resto de los argentinos. Si todos tuviéramos una actitud constructiva y solidaria, no se destinaría a la especulación sino a la inversión. El ahorro retrasa la expansión y el crecimiento económico", opinó el jefe de Gabinete de Argentina.
Ese mismo día, Capitanich atacó a los grandes terratenientes exportadores de granos, como los de soja o maíz, por demorar sus ventas a la expectativa de que el peso se siga devaluando, con lo que sus divisas valdrían más en la plaza local. El funcionario habló de "ataques especulativos" de esos actores porque no liquidan exportaciones en una coyuntura en la que el Banco Central necesita divisas para evitar más depreciaciones del peso. Por eso, Capitanich dijo que esta especulación "va en contra del progreso del país". Aclaró que los pequeños y medianos agricultores se diferencian porque “invierten en sus campos y no especulan", pero los grandes, según su opinión, son “aquellos a los que definitivamente les sobra, tienen excedente, especulan con un tipo de cambio futuro, con un bien en dólares, como son los granos”.
FUENTE: ELPAIS.COM